La Fiscalía de la ciudad alemana de Stuttgart podría acusar de homicidio involuntario al padre de Tim Kretschmer, el chico de 17 años que mató a tiros el miércoles pasado a quince personas y luego se suicidó, porque conocía la depresión que sufría su hijo y aun así no guardó bajo llave la pistola que tenía en casa.Tim Kretschmer utilizó la Beretta de su padre para matar a doce estudiantes y profesores de su antiguo colegio y a tres personas más en la localidad de Winnenden, en el estado de Baden-Württemberg, en el suroeste de Alemania. Con ese mismo arma se disparó luego para quitarse la vida cuando se vio acorralado por la Policía.
"Hay signos concretos...
...de que los padres conocían los problemas de salud de su hijo", afirmaron los fiscales y la Policía local en un comunicado conjunto. "Basándonos en esto, hay motivos para sospechar que esto puede ser un caso de homicidio involuntario", añadió. Según la Policía, el joven recibió tratamiento por depresión entre abril y septiembre del año pasado pero finalmente lo interrumpió.
El padre de Kretschmer es miembro de un club de tiro y tiene quince armas en su casa. Catorce de ellas estaban guardadas en un armario cerrado, como exige la Ley, pero la Policía indicó que la Beretta estaba en el dormitorio del padre al alcance del chico. La madre no está siendo investigada porque ninguna de las armas era de su propiedad.
La masacre de Winnenden es el peor tiroteo que se ha producido en un colegio alemán desde 2002, cuando un joven de 19 años mató a tiros a 16 personas en la ciudad de Erfurt (este) y luego se suicidó. Ha generado un debate sobre si debería estar prohibido poseers armas de fuego en domicilios particulares.
La mayoría de los alemanes apoyaría esta medida, pero los dirigentes del país han dicho que es impracticable. La canciller, Angela Merkel, subrayó el domingo la importancia de asegurarse de que se aplican adecuadamente las normas sobre el almacenamiento de las armas y la munición.
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