El actor y director Mel Gibson confesó que tuvo que suplicar a los bomberos de California que salvaran de las llamas sus dos estatuillas del Oscar que se encontraban en su residencia, amenazada por los incendios incontrolados.Gibson reveló que cuando las llamas llegaron cerca de su propiedad, la primera preocupación que tuvo fueron las estatuillas doradas queganó con su película Braveheart.
“Cuando la casa se vio amenazada por las llamas que venían del cañón, yo les pedí a los bomberos, 'No dejen que se me quemen los chicos.' Pensaron que hablaba de mis hijos...”, comentó el actor.
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